Llevo semanas queriendo escribir este post, aunque me resulta algo complicado por la implicación personal que esto me supone.
Pero hoy, día del padre, creo que es un buen día para homenajear lo que para mí ha sido todo un descubrimiento: la gran fuerza que un padre consigue dar a un hijo. No sólo para que camine hacia adelante, sino para devolverle la vida, una vida que prácticamente la daban por perdida y que él, José Manuel Gil, consiguió lo prácticamente imposible: el renacimiento de su hijo Luis.
Seguramente ya habéis oído hablar de esta historia de fuerza de voluntad, tesón, amor y valentía porque ha salido en numerosos medios de comunicación y además nuestro papá coraje ha escrito un libro donde nos cuenta la historia de un verdadero milagro: "El viaje de Luis", una historia trágicamente real, pero afortunadamente con un final feliz.
El resumen de esta proeza podría ser: La obstinada voluntad de un padre que consigue dar la vuelta a todo pronóstico y salvar a su hijo de una muerte en vida.
Comparto uno de los muchos vídeos que podemos encontrar en youtube en el que se relata las grandes vicisitudes que tuvieron que sortear. La constancia, perseverancia y esfuerzo que tanto papá: José Manuel, como hijo: Luis alcanzaron para conseguir un único objetivo luchar contra el tiempo y ganar la batalla.
Una recuperación total hacia la vida plena.
Gracias José Manuel y Luis por enseñarnos que el trabajo bien hecho siempre da sus frutos.
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