Pautas para saber cómo guiar a nuestros hijos

Hay veces que todo se nos hace cuesta arriba y no sabemos qué hacer ante determinadas situaciones con nuestros hijos. Como padres responsables que somos, queremos guiar y acompañar en el crecimiento de nuestros hijos de la mejor forma posible, haciendo que su aprendizaje sea también el nuestro. Porque no hemos nacido siendo padres y también tenemos que aprender a serlo a la vez que ellos aprenden a empezar a desenvolverse ante la vida.

Algunas buenas pautas que nos pueden ayudar son:

• Debemos seguir al niño. Es un principio fundamental que hay que tener presente a cualquier edad. Tenemos que respetar y honrar el interés y la necesidad de cada uno de nuestros hijos.

• Demos a nuestro hijo total libertad para explorar tanto en espacios abiertos como cerrados, teniendo en cuenta que siempre se encuentre en un entorno seguro y que su libertad la utilice de manera positiva.

• Ofrezcamos a nuestro niño la oportunidad de utilizar sus manos todo lo que se pueda. Dejemos que experimente, toque, amase, arañe, rasgue, rompa, manipule, pinte... que use sus manitas para que más adelante logre la abstracción de conceptos. 

• Fomentemos que nuestro hijo haga por sí mismo las tareas de su vida diaria: vestirse, desvestirse, poner la mesa, ordenar sus cosas, guardar sus juguetes, lavarse las manos, cepillarse los dientes... Estas actividades cotidianas son una preparación indirecta para otras áreas de aprendizaje como matemáticas y lenguaje. 

• Dejemos los utensilios y materiales de su tamaño a su alcance en lugares accesibles para él.  Esto impulsa en nuestro hijo la repetición de ejercicios.

• No detengamos los ciclos de trabajo o juego de nuestro hijo, si no es estrictamente necesario. De esta forma, irá construyendo periodos de concentración cada vez más largos.

• Prescindamos de los premios y castigos. Para que el niño reconozca su propio esfuerzo y pueda sentir satisfacción después de conseguir una tarea.

• Cuando nuestro hijo no sepa cómo utilizar alguna cosa, hagámosle una demostración paso a paso. Sigamos una sucesión de cada uno de los movimientos para aprender a usarlo de una forma lenta y precisa.

• Nuestro entorno en el hogar es importante que sea ordenado y atractivo. Si a nuestro hijo le rodea un ambiente afable, el orden externo promoverá el orden interno y la inteligencia.

• Dividamos las actividades que ofrecemos a nuestro hijo en una única dificultad, si por ejemplo hay que adivinar formas, no le incluyamos también cualidades como color o tamaño en el mismo ejercicio. Cuando se trata de una sola dificultad el error será tan evidente, que lo detectará solo.