Entre los beneficios de tener y mantener una buena comunicación con nuestro hijo pequeño encontramos que ayuda a establecer lazos afectivos y un vínculo emocional. Además brinda seguridad y confianza en el niño pues sabe que no está solo y que mamá / papá van de la mano con él.
También facilita al niño un modelo para la socialización de las habilidades y la expresión de las emociones, que desarrolle habilidades comunicativas, y finalmente, el desarrollo de la escucha. “Es importante que esto se dé en la familia como primera escuela”.
Consejos prácticos para tener una buena comunicación:
1) Debemos contar con tiempo. Si dedicamos tiempo para estar con nuestro hijo podremos organizarlo para comunicarnos con él. En cambio, si estamos metidos en nuestros quehaceres no podremos comunicarnos de manera más profunda e íntima.
2) A través del juego uno tiende lazos de comunicación. Al principio el niño se centrará en el juego, mediante el cual se irá comunicando. Tengamos en cuenta que el juego es la actividad que más le gusta a nuestro niño.
3) Tender lazos de comunicación a edades tempranas con nuestro hijo y mantenerlos para seguir desarrollándolos conforme va creciendo. Esto ayudará mucho en la adolescencia.
4) Démonos un tiempo para comunicarnos de uno a uno con nuestros hijos. Tener y mantener en el tiempo la experiencia de la comunicación de nosotros con cada hijo y no siempre con toda la familia reunida.
5) Hagamos preguntas abiertas para que el niño pueda expresarse libremente y evitemos dar juicios de valor cuando comente algo que no nos parece, porque el niño puede frenarse y no querer contar situaciones que quizás no estuvieron correctas.
6) Ayudémoslo a reflexionar sobre lo que le ocurre y los sentimientos que tiene. Si tiene miedo o angustia es importante que nosotros lo ayudemos a exteriorizarlo.
7) En el diálogo tengamos mucha empatía y calidez, que son características esenciales para que la comunicación sea natural y con amor. Que no sea un listado de preguntas y respuestas, sino de manera natural y con mucha acogida.
8) Los momentos en que le cambiamos, le bañamos, le damos la leche y jugamos son importantes para el bebé y el niño. Antes de dormir podemos escuchar y conversar con nuestro pequeño y preguntarle qué le gustó más en el día y qué no.
9) Tengamos cuidado del tiempo que pasa en la tele o videojuegos, pues esos instrumentos pueden quitar momentos para compartir en familia.
10) Hagamos el ejercicio de que cada hijo exprese lo que siente y piense. Si un hermanito habla mucho en casa cuidemos de que no le robe tiempo al que no habla mucho.
La comunicación permitirá conocer a nuestro hijo y a los miembros de nuestra familia: saber en qué está haciendo, cómo se siente, conocer sus problemas y poder ayudarlo. No esperemos a que ocurra una situación problemática para justo intentar comunicarnos con nuestro niño, pues nos será más difícil.
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