Cuando un niño aprende a desarrollar habilidades sociales en su infancia tiene más posibilidades de tener éxito como adulto, según un estudio desarrollado por la Fundación Robert Wood Johnson, cuya investigación se realizó durante cerca de dos décadas y con cerca de 800 estudiantes.
Los niños que en la etapa de Educación Infantil son capaces de compartir y cooperar con sus iguales, entre otras habilidades sociales, están más capacitados para tener un título universitario y un trabajo, y son menos propensos a presentar problemas de conducta veinte años después.
"Estas habilidades sociales probablemente presagian su capacidad para hacerlo bien en la escuela, para prestar atención y manejarse en el entorno", afirma Damo E. Jones, autor principal del artículo sobre la investigación, publicado en American Journal of Public Health.
El estudio invita a las escuelas de Educación Infantil a identificar los niños con mayores problemas de habilidades sociales, en un momento en que son muy receptivos a aprender a comportarse de manera diferente. Asimismo, los expertos consideran que "hay programas eficaces que pueden ayudar a impulsar a los niños en estas áreas. Solo tenemos que reconocer que las habilidades sociales son lo suficientemente importantes como para ser incorporadas en el plan de estudios".
Las ocho áreas de habilidades sociales que se evaluaron en cada niño participante en el programa son:
- resolución de problemas con sus compañeros,
- comprensión de los sentimientos de otras personas,
- compartir materiales con otros,
- cooperación con sus compañeros,
- ser de utilidad para sus iguales,
- escuchar el punto de vista de los demás,
- la capacidad de dar sugerencias y órdenes sin ser mandón,
- ser amistoso hacia los que te rodean.
El estudio demostró que los niños que recibieron buena puntuación en competencia social eran cuatro veces más propensos a obtener un título universitario a los 25 años y tenían un 25% más de posibilidades de tener un trabajo a tiempo completo. Por el contrario, a los que se puntuó en el extremo inferior de la escala eran más propensos a comportamientos inadecuados y a realizar un consumo excesivo de alcohol.
Según los investigadores, el sentido común parece imponerse: los niños que interactúan con otros tienen más posibilidades de hacer amigos, obtienen una mejor impresión de sus profesores y tienen más posibilidades de no abandonar tempranamente sus estudios. Los expertos aseguran que tener éxito a nivel académico y en las relaciones sociales, te anima a continuar en el sistema educativo.
Según los investigadores, el estudio demuestra que una educación infantil de calidad es una poderosa arma para cambiar la trayectoria vital de los niños.
Autor: Carlos Marco
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