Sentido de la responsabilidad

La responsabilidad es una de las claves para que nuestros hijos afronten bien el día a día del curso y las obligaciones escolares, pero la educación en este ámbito debe comenzar y potenciarse en casa.

Fomentar la responsabilidad es una tarea a largo plazo que se construye con pequeños pasos, hasta conseguir que nuestros hijos aprendan valores esenciales no solo para su formación sino también para su vida diaria, como el compromiso, el esfuerzo, la paciencia o la capacidad de superación.

Seis consejos para inculcar el sentido de la responsabilidad en nuestro hijo:

Para fomentar la responsabilidad hay que trabajar diversas habilidades como la perseverancia, la asunción de tareas, el pensamiento crítico, la capacidad para tomar decisiones, la motivación o la organización del propio tiempo. Para ello:

1. Démosle cierta independencia en el día a día. 

La responsabilidad está muy relacionada con la autonomía y con la capacidad de desenvolverse por uno mismo. Por ejemplo, dar una pequeña asignación de fin de semana y dejar que el propio niño la administre es una buena manera de que comprenda cuánto valen las cosas o descubra las ventajas de ahorrar.

2. Dejemos que decida. 

Hay muchos ámbitos en los que podemos ir animando a nuestro hijo a que elija, aunque sea con nuestra ayuda y supervisión: la ropa que lleva, los libros que lee, los juegos que más le gustan o las actividades extraescolares que prefiera practicar. Y, siempre que sea posible, dejemos que asuma las consecuencias de sus decisiones, sean acertadas o erróneas.

3. Asignémosle tareas en casa.

Ocuparse de recoger sus juguetes y ordenar su cuarto, preparar los libros para el colegio cada mañana, hacer la cama o lavarse las manos antes de comer y los dientes después pueden ser actividades de las que tenga que responsabilizarse por sí mismo, sin necesidad de que debamos recordárselo. De este modo aprenderá además a organizar su tiempo para cumplir con sus obligaciones y disfrutar del resto de la jornada. Aquí podemos ver las tareas adecuadas para cada edad y algunos consejos para conseguir que las realice o colabore en ellas.

4. Seamos un ejemplo.

Es importante que nuestro hijo aprenda lo que implica la responsabilidad de forma práctica, por observación e imitación. Por eso resulta fundamental que como padre/madre demos ejemplo y asumamos nuestras propias responsabilidades y le expliquemos a nuestro hijo por qué lo hacemos así.

5. Ayudémosle a pensar por sí mismo.

En vez de decirle directamente qué tiene que hacer, fomentemos su pensamiento lógico y su capacidad de solucionar problemas o situaciones difíciles mediante el razonamiento. Para enseñar a nuestro hijo a ser responsable debemos hacerle ver las ventajas de la responsabilidad y animarle a que comprenda que de ese modo conseguirá el resultado que se propone. En último término, se trata de que el niño actúe de forma correcta y sea responsable porque quiere serlo, no porque se le ordene.

6. Reconozcamos sus logros.

Mantengámonos firmes si no cumple sus obligaciones y ayudémosle cuando se equivoque o flaquee, pero no olvidemos apreciar sus méritos. De este modo le haremos ver lo que ha conseguido gracias a su compromiso y su actitud responsable.

Ventajas de la responsabilidad

La responsabilidad afecta de manera muy positiva a la construcción de la propia identidad, la autoestima, la autonomía y la independencia. El niño se siente útil porque aporta su esfuerzo y sus habilidades en el ámbito familiar, y lo mismo sucede en el centro escolar. Además, la responsabilidad es clave para conseguir que nuestro hijo se convierta en un buen estudiante, ya que le ayudará a que se esfuerce y trabaje por la mera satisfacción personal, para aprender y porque sabe que es su deber, no porque le obliguemos a ello.

Fuente: Aulaplaneta.com

Autor: Superpadres.com