La rutina diaria deja poco espacio para el ocio. Sin embargo, en vacaciones o durante los fines de semana, nuestros hijos tienen momentos para realizar las actividades que más les gusten.
Éstas deberían ser una buena oportunidad para que aprendan y se diviertan y nosotros podemos ser su mejor compañía, guiando y participando en las diferentes actividades.
Vencer el aburrimiento en estos momentos es muy fácil, pues el abanico de actividades a llevar a cabo es amplio y se puede adaptar a los gustos de todos. Algunas ideas entre las que se puede escoger son:
- Fomentar la lectura en familia
- Realizar actividades artísticas: como pintar, bailar, tocar un instrumento, escuchar música, etc.
- Ir al cine, a un concierto o al teatro e incluso hacer teatro
- Cocinar, decorar y hacer diseños de moda
- Aprender un idioma
- Hacer colecciones de cromos
- Hacer un puzzle o maquetas
- Ir de excursión: o hacer otros planes al aire libre como ir de pesca, hacer senderismo, ir a buscar setas, etc.
- Jugar a juegos de mesa
- Practicar algún deporte en familia o en grupo
- Organizar concursos
- Hacer turismo: ya sea por los alrededores o viajando a un país extranjero
- Ver películas en casa o jugar a videojuegos
- Participar en planes organizados por una asociación juvenil
- Quedar con otras familias para tomar un aperitivo
- Organizar una comida o una cena en casa de amigos
- Ver películas y comentarlas
- Hacer concursos de cocina
- Participar en actividades de voluntariado
- Crear un grupo de música
Todas estas actividades no serán sólo una forma de pasar estos momentos, también enriquecerán positivamente a los pequeños. De hecho, el ocio y el hecho de disfrutar de un tiempo que es libre de forma consciente tiene muchos beneficios en los niños.
Beneficios del ocio en los niños
- Son más felices: es un tiempo en el que pueden escoger qué hacer, es decir, practicar su libertad.
- Humaniza: las actividades al aire libre son grandes ocasiones para entrar en contacto con la naturaleza. Contemplar el paisaje, respirar el aire puro, escuchar el agua del río, etc. Es un encuentro con el medio ambiente que humaniza.
- Culturiza: a los niños ya se les inculca desde la escuela, y es necesario el refuerzo por parte de la familia, respecto a actividades culturales como visitas a museos, teatros, etc. El turismo es también un método de aprendizaje.
- Desarrolla la creatividad: los pequeños necesitan tener un espacio para ser personas creativas, poner en práctica sus ideas, escribir algún pequeño texto, hacer un dibujo, etc.
- Los hace más sociables: todos los momentos de ocio que nuestros hijos realicen con la familia o con otros niños hacen que conozcan gente nueva y participen en juegos en grupo que les ayuden a salir de sí mismos y a abrirse a los demás.
Cabe destacar además, que nuestro papel como padres en este tiempo libre es también clave, tanto en la organización del mismo como en la realización de actividades junto con nuestro hijo. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el ocio de los pequeños es suyo y que, aunque les ayudemos, debemos darles también un margen de libertad para que sientan que pueden decidir cómo utilizar este tiempo. Así, para no estresar a nuestros hijos en sus momentos de ocio aconsejamos que:
- Respetemos su tiempo: no forcemos a nuestros hijos a hacer alguna actividad que no les guste o no les interese.
- Les dejemos escoger las actividades extraescolares que prefieran: teniendo en cuenta su edad y las posibilidades económicas de la familia. Ayudémosles a tomar una decisión, pero no les obliguemos a realizar algo que no quieran.
- No les agobiemos: muchos niños actualmente sufren estrés por la rutina a que están sometidos, cargada de actividades. Debemos organizar el tiempo de nuestros hijos dejando espacio para que puedan leer, jugar y entretenerse a su aire.
- Demos a nuestros hijos espacio para equivocarse: aunque la forma de educar en las tareas que son de obligación como los deberes o el orden de la habitación debe ser más estricta, durante los ratos de ocio, nuestra preocupación por el buen comportamiento de los niños debe ser diferente. Se trata de que tengan espacios para divertirse y sentirse más libres, equivocarse y aprender de ello.
- Ayudémosles a desarrollar su creatividad: los niños suelen estar acostumbrados a trabajar siguiendo muchas indicaciones y por eso puede costarles, por ejemplo, hacer un dibujo libre o bien empezar a escribir un texto inventado.
- Hagamos que disfruten de la lectura: busquemos libros que les puedan atraer y que sean adecuados para su edad, acompañémosles a la biblioteca y asesorémosles en la selección de aquellos libros que les enseñen valores.
- Moderémosles las actividades que les consuman mucho tiempo y les obliguen a aislarse: como ver la televisión o navegar por internet. Seleccionemos además, programas, juegos y películas adecuados a su edad.
- Compartamos aficiones con ellos: la clave está en que nuestros hijos y nosotros nos lo pasemos igual de bien.
Siguiendo estos consejos, contribuiremos a que el tiempo de ocio de nuestros pequeños sea realmente de ocio. Aprenderán a divertirse, a disfrutarlo y a sacarle provecho. Su entretenimiento presente será además, la base de su futuro. Así pues, si saben escoger lo que les gusta y con lo que realmente se lo pasan bien, estaremos contribuyendo a que sean más felices.
Fuentes: Faros Son tus hijos
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