- Intentemos erradicar el sentimiento de culpa. Si nos preguntamos si pasamos suficiente tiempo con nuestros hijos o si el tiempo es de calidad, significa que seguramente no tenemos motivo de preocupación.
- Evitemos compararnos con los demás. No nos fiemos de las apariencias. Si nos comparamos con amigas o compañeras que parecen tenerlo todo bajo control y que son mejores mamás que nosotras, siempre tendremos motivo para sentirnos mal. Lo que funciona para otras familias, puede no ser la mejor solución para nosotras.
- El tiempo de calidad es algo personal e intransferible. Lo que es "tiempo de calidad" para nosotras puede diferir de lo que significa para la compañera de oficina. Quizá a una mamá y a sus hijos les guste compartir las tardes haciendo juntos la tarea mientras termina un proyecto de trabajo sentada a la misma mesa de estudio. Para otra mamá el tiempo de calidad puede involucrar cocinar o hacer la compra juntos, e incluso compartir las tareas de la casa y convertirlas en un momento familiar. Y para una tercera, acurrucarse juntos en el sofá para leer o mirar una película puede ser lo máximo. Hagamos una lista de las cosas con las que disfrutamos toda la familia.
- Preguntemos a nuestros hijos qué les gustaría hacer con nosotras, por ejemplo, si pudiéramos pasar dos horas ininterrumpidas con ellos. No esperemos a que ellos nos lo digan sin más, quizá nunca lo hagan sino se lo preguntamos. Tampoco procuremos siempre adivinar qué es lo que es divertido para ellos. Lancemos la pregunta a nuestros peques y sorprendámonos con sus respuestas.
- Procuremos pasar tiempo a solas con cada uno de nuestros hijos. Si somos mamás de varios, nada mejor para aumentar su autoestima y sensación de proximidad con nosotras que pasar tiempo a solas con cada uno. No es necesario que se trate de una salida en toda regla. Puede ser sólo ir juntos a la compra, mientras que el otro se queda en casa con el papá.
- Recordemos que todo es transitorio. Si tenemos una época de más trabajo de lo habitual o en que nuestro calendario parece más lleno de lo normal, pensemos que esto no es para siempre. Hablemos a menudo con nuestros hijos y transmitámosles nuestro amor y nuestro apoyo. Si los niños se sienten queridos y comprendidos, cualquier tiempo que pasen con nosotras será bien recibido y disfrutado, por todos.
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