Y así fue como me convertí en una mamá imperfecta...
Esa mamá que a veces está triste y llora, mamá cercana, de carne y hueso.
Mamá que te deja saltar en el sofá y a veces hasta se arranca a saltar contigo.
Mamá que cada noche sin excepción te llena de besos, de cosquillas y de mordisquitos en la barbilla.
Mamá que te canta mientras tu agitas las manos y dices Maaaamaaaaá!!!
Mamá que comparte contigo sus bocadillos de nocilla, que salta contigo en los charcos, que te deja que te ensucies.
Mamá que tropieza constantemente con bloques de construcción, aparecen por todas partes, hasta en los lugares más insospechados.
Mamá que anda a gatas por toda la casa, contigo sentada sobre su espalda mientras gritas ¡¡¡Yiiijaaaa!!!, hasta que sus rodillas empiezan a pedir clemencia.
Mamá que a veces se enfada sin razón, sólo porque está cansada y te riñe y a los 5 minutos te pide perdón y tú con tu inmenso poder sanador la abrazas y la llenas de besos.
Mamá que no consigue conciliar el sueño si no estás acurrucada a su lado.
Mamá que rompe la regla nº1 del ecologismo casero: No te bañarás. Y llena la bañera hasta arriba para darse un largo baño de espuma contigo, mientras tú salpicas y superas el aforo limitado de muñecos en la bañera.
Mamá imperfecta, sin depilar ni maquillar, en vaqueros y cola de caballo, ¿¿cómo íbamos a correr con vestido y tacones??
Mamá que no sabe preparar un biberón, ni una papilla, pero si "huevos fritos con patatas" de yogur, manzana y melocotón.
Mamá que te pone música punk, y flamenco y rap y música clásica y baila contigo por toda la casa.
Mamá que prefiere tener la casa un poco más sucia y jugar más contigo.
Mamá que a veces sucumbe al embrujo de la caja tonta y te sienta delante sólo para poder descansar 15 minutos.
Mamá que sale a trabajar cada mañana y aunque pasen los meses no desaparece su angustia por separación.
Mamá que dibuja peces, vacas, casas y gatos que sólo desciframos tú y yo.
Mamá traductor simultáneo, la única capaz de entender cuándo "tata" significa patata o caca o realmente tata.
Mamá. La palabra más perfecta y más imperfecta de nuestro diccionario.