viernes, 17 de enero de 2014

Niños felices

Para que nuestros niños crezcan de forma sana han de ser sobre todo felices y vivir en armonía. Algunas de las claves para conseguir que nuestros hijos alcancen la felicidad durante su infancia son:

1. Comer a su hora.
Comer a intervalos regulares reabastece el cerebro y el cuerpo en crecimiento y mantiene el hambre bajo control. Cuando los niños están tranquilos y satisfechos, experimentan una mayor felicidad.

2. Tener buenos hábitos de sueño.
Los niños tienen que aprender a dormir. Enseñarles depende de nosotros. Cuando están completamente agotados, se ponen de mal humor. Cuando están bien descansados ​​y listos para empezar el día con energía, son más felices. Hagamos del sueño (y de una hora fija para acostarse) una prioridad.

3. Jugar sin instrucciones.
Hoy en día el juego no estructurado parece ser un arte extinguido. Antes, los niños se encargaban de su propia diversión; construían sus propios juguetes con materiales simples y reciclados. Ahora, los niños están sobreprogramados, marcados y reverencian los juguetes que juegan por ellos.

El mejor juguete para un niño es aquel que despierte su imaginación y su creatividad, así pues, los juegos de construcción con bloques de madera,  un papel en blanco con lápices de colores y unas tijeras... son juguetes simples y perfectos para que los niños jueguen sin ser instruidos.

Nos toca revisar la apretada agenda con la que les cargamos cada día y buscar algo de tiempo todos los días para que nuestros hijos se dediquen sólo a jugar. El juego es bueno para el alma.


4. Expresar sus emociones.
Los niños gritan cuando están enfadados. Lloran cuando están tristes. Puede ser que incluso zapateen y corran en círculos cuando no están seguros de qué sentir. Y a veces, si tenemos suerte, lo hacen todo a la vez en medio del pasillo 9 del supermercado del barrio. Dejémosles. Los niños necesitan expresar sus emociones.

Mientras que nosotros sabemos llamar a un amigo para desahogarnos cuando las cosas se ponen difíciles, los niños son un poco más primitivos. Hacerles callar y avergonzarles públicamente no ayuda. Dejémosles que se desahoguen a su manera y luego ofrezcámoles nuestra ayuda.

Soportar un berrinche público puede resultarnos abrumador en ese momento, pero es mejor que una vida de interiorizar las emociones negativas, que podrían conducir a problemas alimentarios, de depresión u otros problemas emocionales para nuestro hijo.

5. Tomar decisiones.
Los niños tienen muy poco control sobre sus vidas. Constantemente se les dice a dónde ir, qué hacer y qué comer. Un poco de control les da alas para sentirse feliz. Dejemos que nuestros niños elijan su ropa. Permitámosles escoger el menú de la cena una noche por semana. Preguntémosles a qué clases se quieren apuntar. Démosles la oportunidad de tomar algunas decisiones y a cambio les veremos sonreír.

6. Sentirse escuchados.
Los niños son intuitivos. Incluso los niños más pequeños se dan cuenta de cuando sus padres se desconcentran y les responden con el piloto automático. Cuando los niños sienten que sus padres realmente les escuchan (desde la mejor carrera de Rayo McQueen hasta lo que han aprendido en el colegio), se sienten más conectados. Esto aumenta su confianza en sí mismos y su felicidad en general.

Escuchemos a nuestros niños cuando hablan. Es la mejor manera de construir una relación abierta y honesta con nuestro hijo y le hará feliz.

7. Sentir un amor incondicional.
Los niños se equivocan. Les decimos que no se salta en el sofá una y otra vez, pero lo hacen igualmente. Y luego lloran. La infancia se basa en gran medida en el ensayo y error, y algunas veces los niños tienen que arriesgarse. Perdonémosles. Querámosles de todos modos.

Cuando los niños saben que sus padres les quieren y les apoyan sin importar nada, son más propensos a tomar riesgos saludables. Son confiados y están seguros de sus decisiones. Aprenden que las personas a veces cometen errores, pero que siempre hay una oportunidad de corregirlo.

Cuando los niños saben que sus padres siempre estarán ahí para ellos, para bien o para mal, son felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Caracol Miricol te da las gracias por tu comentario.